Instituto Profesional Diego Portales
Las bases del Modelo Educativo IPDP consideran un modelo centrado en el estudiante, con un enfoque constructivista del aprendizaje sobre un modelo curricular por objetivos, que considera la existencia de asignaturas para la adquisición de conocimientos y habilidades en el ámbito de la formación humana y, además, establece los elementos que deben estar presentes en el perfil profesional del IPDP y la concepción del estudiante como persona, central y activo de su propio proceso de aprendizaje.
Conforme a lo anterior, se plantea un Modelo Educativo que se basa en un trabajo planificado, supervisado y evaluado, para lo cual el Instituto da dimensión y sentido a los siguientes conceptos fundamentales para contextualizar dicho Modelo:
La Institución da preminencia al desarrollo de modelos de gestión académica que integren diferentes enfoques y una diversidad de fuentes, bajo un entorno integrador de las capacidades diversas de las personas, en cuyo contexto es el estudiante quien selecciona, organiza y transforma la información.
La docencia está dotada de un enfoque sobre el aprendizaje, en donde es el estudiante el que aprende haciendo, descubriendo e incorporando nuevas asociaciones cognitivas a las que ya poseía, modificando éstas a su vez. Para tal efecto, cada una de las unidades académicas poseen planes de estudio y metodologías de enseñanza consistentes con la inspiración general del Modelo Educativo.
El IPDP acoge a los estudiantes en los diferentes programas y carreras que imparte, con una perspectiva de inclusión académica, por lo que dispone de mecanismos que buscan apoyar la progresión de éstos. Además, se preocupa por la inserción laboral de sus egresados, a través de la configuración de programas, perfiles y asignaturas que posibiliten dicha integración al ámbito del trabajo.
El IPDP trabaja de manera sistemática en un proceso de mejoramiento continuo, de manera de instalar una cultura de autorregulación, aseguramiento de la calidad y evaluación de la progresión, para lo cual cuenta con políticas, mecanismos y dispositivos que están a dicho servicio.
El IPDP cuenta con protocolos para la creación, actualización y cierre de sus carreras, de manera de garantizar su pertinencia y vigencia. De igual manera, organiza el curriculum de forma flexible, posibilitando salidas intermedias, continuidad de estudios o progresión hacia la formación profesional, integrando información obtenida del ámbito laboral para actualizar y configurar los perfiles de egreso respectivos.
El Modelo Educativo del Instituto Profesional Diego Portales, es una representación estructural o ejemplar del proceso de enseñanza-aprendizaje, en el que se plantea la especificación de funciones, estrategias, acciones del acto educativo y la secuencia de operaciones en la formación, constituyéndose en un sistema de lineamiento y directrices que orienta las acciones académicas destinadas a lograr, en una constante mejora, una formación académica y técnico profesional de los estudiantes.
En consecuencia, por medio de este Modelo Educativo, la Institución busca dar cuenta de los propósitos y desafíos educativos de los estudiantes que recibe y que forma, para lo cual asisten una serie de concepciones sobre el saber, las necesidades formativas de los estudiantes, una metodología de enseñanza, y un conjunto de principios y formación ética propias de la Institución.
Sobre dicho contexto ideario, el Modelo Educativo del Instituto Profesional Diego Portales tiene como principal propósito llevar a cabo una formación técnico-profesional, siempre en mejoramiento, por medio del cual lograr entregar un cúmulo de saberes, actitudes y prácticas que permitan, a estudiantes con múltiples y diferentes capacidades, insertarse en la sociedad y aportar a ésta desde su labor en las distintas esferas del conocimiento.
En este predicamento, son objetivos específicos:
El Modelo del Instituto Profesional Diego Portales debe ser capaz de entregar las orientaciones a los estudiantes para que lleven a cabo su proceso formativo, de tal manera que les permita alcanzar los conocimientos, actitudes y destrezas.
Con dicho objetivo, resulta fundamental que se elaboren los respectivos perfiles de egreso, que respondan a las exigencias de un determinado saber técnico- profesional y al contexto laboral respectivo.
El mencionado perfil, para su logro, requiere del desarrollo curricular correspondiente que favorezca a los estudiantes para alcanzar los propósitos que se ha impuesto el IPDP, en lo que sea pertinente, por medio de una estructura didáctica, modalidades de enseñanza, y cuerpo académico adecuado, en un contexto de clima educativo que promueva la reflexión y el análisis crítico.
En relación con la modalidad de enseñanza, cabe hacer presente que el IPDP estructura su currículo de manera flexible, con modalidades de enseñanza a distancia, presencial y mixta, permitiendo la formación continua, procurando dar oportunidades de perfeccionamiento a los estudiantes a lo largo de su vida.
Los Ejes del Modelo Educativo, son líneas o componentes de éste que procuran constituir las condiciones para que los estudiantes logren alcanzar los objetivos de aprendizaje, lo que, a su vez, permite que la Institución cumpla con los propósitos que se ha impuesto. Ello, en definitiva, constituye la calidad educativa que busca siempre mejorar el Instituto Diego Portales.
El perfil de egreso dice relación con un cúmulo de aspectos distintivos referidos a los conocimientos, habilidades, actitudes y valores que debe poseer aquellos que han sido formados en una disciplina o profesión determinada y que terminan su proceso educativo en una institución de educación superior.
Considerando la función clave que cumple el perfil de egreso, esto es, verificar si se está cumpliendo con aquello que la Institución se compromete a realizar, su pertinencia y adecuación deben ser actualizados y revisados constantemente, teniendo presente para ello el estado del arte de las disciplinas, técnicas y tecnología, el contexto institucional y los requerimientos del medio, todos estos componente se modifican constantemente, por lo que dicha dinámica debe ser realizada con regularidad.
Dada la concepción que posee la institución de las personas y de sus estudiantes, así como la característica de ésta de ser inclusivo desde la perspectiva académica, comprende y valora el carácter transformador, educativo e intencionado que posee el currículo.
Si consideramos al currículo como un instrumento de transformación educativa intencionado, se espera que los egresados hayan sido modificados y afectados por éste, de acuerdo con los propósitos, objetivos, principios o valores institucionales.
Para tales efectos, la evaluación constituye un instrumento clave toda vez que, por una parte, permite determinar el nivel de cumplimiento del plan de estudios, del perfil de egreso, su vigencia, la progresión curricular, la capacidad transformadora del currículo y, por la otra y en definitiva, la realización de los propósitos institucionales.
A partir de dicho instrumento el Modelo Educativo ampara la correcta coherencia entre el plan de estudios, los programas y los perfiles de egreso de las carreras y programas que imparte la Institución.
La flexibilidad curricular permite organizar el currículo de forma que pueda responder a los requerimientos y características de los estudiantes del Instituto, los que dada su naturaleza y condición, una estructura rígida, tradicional y secuencial, no les permitiría progresar en sus saberes.
Así el currículo debe facilitar que el avance sea por la aprobación de cursos, de acuerdo con sus posibilidades, oportunidades y a los criterios establecidos por el plan de estudios.
De igual forma, dicha flexibilidad podrá permitir que sea el estudiante quien organice de mejor manera la estructura de su progresión, continuidad, o reincorporación a un programa o carrera que, por situaciones económicas, familiares, de salud, u otros motivos, vio limitada su prosecución.
El progreso del conocimiento y de la tecnología está generando transformaciones decisivas en el mundo de la educación, por lo que es un mandato imperioso que el Instituto Profesional Diego Portales se haga parte del impacto que las tecnologías de la información y las comunicaciones han producido no sólo en la manera de impartir formación, sino que en todos los ámbitos. Además, nuestra Institución consciente de las dificultades que le asisten a los estudiantes trabajadores para poder acceder a la enseñanza presencial, el Modelo Educativo contempla diferentes modalidades de enseñanza y apoyos académicos que permitan lograr el perfil de egreso y los propósitos institucionales
Es en razón con lo anterior, que para enfrentar tal desafío es menester redimensionar el currículo en la perspectiva de flexibilizar sus estructuras, para favorecer no solo la conectividad remota, sino también con ello incentivar por ejemplo, la autonomía, la disciplina para el logro y el trabajo en equipo de los estudiantes, y de igual manera, instalar asistencias y apoyos académicos y sociales que posibiliten tales logros.
La didáctica es la forma, el medio, la técnica por la cual se enseña un contenido, por lo que ésta da cuenta de patrones, principios, formas y métodos de enseñanza y aprendizaje.
Desde dicha perspectiva, el acento de toda didáctica que se diseñe o aplique en la Institución, debe procurar fomentar un ambiente de aprendizaje en donde el centro o rol protagónico, sea el estudiante, de manera de procurar instalar un aprendizaje activo, participativo y cooperativo.
Para dicho logro, el docente es el catalizador del proceso de aprendizaje del estudiante, estimulándolo, generando nuevas asociaciones cognitivas, alentando la curiosidad, así como también el desarrollo de juicios críticos.
De allí que el docente debe centrar su atención en cómo aprende el estudiante y situar su práctica pedagógica en el aprendizaje, para lo cual deberá, entre otros, detectar los estilos de aprendizaje particulares, hacerse cargo de la heterogeneidad y constituirse en un mediador entre el estudiante y el conocimiento, utilizando, para ello, diversas técnicas y recursos didácticos.
En pro de alcanzar dichas pretensiones, la evaluación, tal como ya se dijo, se constituye en una herramienta fundamental, toda vez que ésta permite determinar la adecuada utilización de las metodologías que sean más idóneas para los estudiantes, provee de retroalimentación, entrega indicadores de logro y da las posibilidades de enmendar o mejorar las estrategias utilizadas.
El avance vertiginoso de la tecnología y la cantidad de la información hace imperativo incorporar TIC en el proceso de aprendizaje, y por ende, en el proceso de enseñanza.
Las capacidades que se deben desarrollar en el ámbito de las tecnologías están referidas al qué son, para qué sirven, cómo funcionan y cómo usarlas para sacar el mejor provecho. En el ámbito de la información, desarrollamos capacidades que tiendan al manejo, localizar, seleccionar, valorar, sintetizar, utilizar la información que se requiere.
El uso de TIC como complemento a la educación presencial técnico profesional ha implicado generar los espacios para la incorporación incipiente pero sistemática y decidida de los aprendizajes semi presencial, mixto o a distancia, por lo cual el Instituto se inscribe en dicha tendencia internacional y por tanto visualiza la posibilidad de no sólo utilizar estos medios para la enseñanza sino implementar, gradual y progresivamente, programas y carreras bajo dicha modalidad, de manera de transformar el aula virtual en un espacio educativo, de interacción virtual pedagógica y en un medio eficaz para el aprendizaje.